El repugnante vómito que masacra a los marroquíes por un lado, los saharáhuis por otro y al resto de los africanos que se acercan por su territorio sigue con el genocidio al que nos tiene acostumbrados. Causa asco, verguenza, estupor y arcadas observar como está tratando el miserable asesino, ladrón y genocida Mohamed VI a los seres humanos.
En un mundo razonable, organismos internacionales habrían tomado cartas en el asunto para detener y juzgar a un individuo que se dedica a masacrar a su pueblo, amasar grandes fortunas construidas con el sufrimiento de su pueblo y destrozarles la vida a quienes luchan por una vida mejor.Lamentablemente no vivimos en un mundo razonable. Los genocidas siguen matando a sus anchas, organizando guerras para enriquecerse con la venta de armas y se liquida a aquellos que molestan.
En un mundo razonable, organismos internacionales habrían tomado cartas en el asunto para detener y juzgar a un individuo que se dedica a masacrar a su pueblo, amasar grandes fortunas construidas con el sufrimiento de su pueblo y destrozarles la vida a quienes luchan por una vida mejor.Lamentablemente no vivimos en un mundo razonable. Los genocidas siguen matando a sus anchas, organizando guerras para enriquecerse con la venta de armas y se liquida a aquellos que molestan.
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