Empezaré por el hola. Creo que hoy comienza una etapa diferente en Confusión, en mí, en este programa que creé hace 15 años y que misteriosamente se ha mantenido pese a la paletización del medio radiofónico durante tanto tiempo. (Ver paleto en el diccionario).
Durante muchos meses, atravesando coyunturas muy difíciles, muy complicadas y llenas de obstáculos, a partir del 1 de octubre comenzaré a emitir el programa Confusión regularmente cada día de lunes a viernes como lo he venido haciendo estos 15 años con alguna parada, pero aguantando el tipo. Cada día me importa menos cuántos me escuchen. Es un placer sin igual hacer este programa por la música que escucho y que propongo. No soy narcisista
Durante muchos meses, atravesando coyunturas muy difíciles, muy complicadas y llenas de obstáculos, a partir del 1 de octubre comenzaré a emitir el programa Confusión regularmente cada día de lunes a viernes como lo he venido haciendo estos 15 años con alguna parada, pero aguantando el tipo. Cada día me importa menos cuántos me escuchen. Es un placer sin igual hacer este programa por la música que escucho y que propongo. No soy narcisista
Escúchalo y luego me cuentas. Si no te gusta la música, devolvemos el dinero.
En un mundo miserable donde los periodistas se venden al mejor postor para comprar o vender urbanizaciones, cacerolas, vídeos trasnochados, sartenes, microondas o cualquier cosa que el idiota de turno quiera adquirir. te propongo un espacio de aire fresco. Ven a visitarlo algún día. Si no te gusta, puedes cambiar. Aquí no te venderemos nada.
La foto que ilustra este comentario no es mía. Es de un músico húngaro. Su nombre era George Jinda y durante muchos años su música ilustró mi vida. En este primer lustro del siglo no he tenido muchas oportunidades para conocer, para saber, para informarme bien. He pasado una racha brutal que no se la deseo a nadie. Ahora empiezo a reencontrarme con mis viejos amigos y con algunos el reencuentro es chungo. George Jinda fue una parte de mi vida como percusionista de la Fantasy Band de Chuck Loeb. Música que a mi me llenaba y me sigue llenando. Una maravilla.
Haciendo las pruebas para el programa Confusión, descubrí que falleció el 11 de Junio del año 2001.
En un mundo miserable donde los periodistas se venden al mejor postor para comprar o vender urbanizaciones, cacerolas, vídeos trasnochados, sartenes, microondas o cualquier cosa que el idiota de turno quiera adquirir. te propongo un espacio de aire fresco. Ven a visitarlo algún día. Si no te gusta, puedes cambiar. Aquí no te venderemos nada.
La foto que ilustra este comentario no es mía. Es de un músico húngaro. Su nombre era George Jinda y durante muchos años su música ilustró mi vida. En este primer lustro del siglo no he tenido muchas oportunidades para conocer, para saber, para informarme bien. He pasado una racha brutal que no se la deseo a nadie. Ahora empiezo a reencontrarme con mis viejos amigos y con algunos el reencuentro es chungo. George Jinda fue una parte de mi vida como percusionista de la Fantasy Band de Chuck Loeb. Música que a mi me llenaba y me sigue llenando. Una maravilla.
Haciendo las pruebas para el programa Confusión, descubrí que falleció el 11 de Junio del año 2001.
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