He comentado aquí en varias ocasiones que apenas veo la televisión y que me entero de las cuitas televisivas a través de la prensa escrita, Internet y sobre todo la radio, pero hace una semana o así, tuve el acierto, la suerte o se dieron ambas circunstancias y a las tres de la madrugada hora canaria la 2 emitía un reportaje excepcional: Futuro.
Es una serie de documentales sobre lo que nos espera próximamente como su nombre bien lo indica a las claras. Lejos de buscar el amarillismo científico y centrarse en los aspectos más llamativos que, a menudo son los que despiertan la atención del gran público y atrae audiencias, a pesar de ser los menos interesantes de todos, los autores, por cierto españoles, pretenden ser honestos y ofrecen un producto serio, contrastado y atractivo para los que deseamos conocer más sobre el desco- nocido mundo científico que avanza a pasos gigantes en todos los campos.
Comencé a ver esta serie en un capítulo dedicado a la Física, algo que nunca me ha motivado especialmente, pero que logró interesarme y documentarme sobre nuevos hallazgos en el mundo de los átomos que desconocía por completo y gracias a la exposición clara, divulgativa y con un lenguaje fácil de entender, logró acercarme a un universo hasta entonces cerrado para mí.
No sé si la decisión de emitirlo a estas horas tan intempestivas se debe a que en otras franjas horarias, hay demasiado estúpido viendo la tele que busca las estupideces propias de su condición o si el costo económico que supone comprar la serie no le supone ningún problema a TVE para tirar series interesantes a la basura de la madrugada catódica.
Ahora que la 2 está ofreciendo alternativas interesantes al resto de las parrillas, sería bueno que series como Futuro pudieran divulgarse con un horario más decente para intentar convertir a algún-a estúpido-a y mostrarle que hay vida después de Salsa Rosa, TNT, el tomate o Jean Claude Van Damne.
Comencé a ver esta serie en un capítulo dedicado a la Física, algo que nunca me ha motivado especialmente, pero que logró interesarme y documentarme sobre nuevos hallazgos en el mundo de los átomos que desconocía por completo y gracias a la exposición clara, divulgativa y con un lenguaje fácil de entender, logró acercarme a un universo hasta entonces cerrado para mí.
No sé si la decisión de emitirlo a estas horas tan intempestivas se debe a que en otras franjas horarias, hay demasiado estúpido viendo la tele que busca las estupideces propias de su condición o si el costo económico que supone comprar la serie no le supone ningún problema a TVE para tirar series interesantes a la basura de la madrugada catódica.
Ahora que la 2 está ofreciendo alternativas interesantes al resto de las parrillas, sería bueno que series como Futuro pudieran divulgarse con un horario más decente para intentar convertir a algún-a estúpido-a y mostrarle que hay vida después de Salsa Rosa, TNT, el tomate o Jean Claude Van Damne.
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