La compañía Telefónica de España parece ser que no va a ser admitida en la Asociación Internacional de Mafias. Según ha podido saber Crónicas de Esperantía, los mafiosos tienen miedo de que aparte de la extorsión y las estafas, se meta también en el negocio del juego, la trata de blancas, las destilerias clandestinas, la venta de drogas y de armas.
Para quienes lean esto desde otro país, quizás piensen que estoy exagerando, pero estoy siendo inmensamente benévolo con estos individuos que llevan timando a los españoles desde hace muchísimo tiempo y, como son insaciables, se dedican a comprar empresas a países en vías de desarrollo para timar también a sus habitantes.
Las estafas a las que nos someten a los ciudadanos con líneas ADSL que te venden a un precio abusivo y te ofrecen la mitad de lo que te prometen. Puedes ir a cualquier proveedor francés por ejemplo y comprobarás lo que digo. La extorsión, otra de sus líneas de negocio importantes, consiste en cobrarte lo que les da la gana en sus facturas y si no las pagas, cortarte el suministro. Primero pagas y luego reclamas. Demencial, pero cierto.
Telefónica es una empresa que con la excusa de la privatización, Aznar, regaló a sus amiguetes. No ha liberalizado el mercado y ahora es todavía más caro y más lento. Si quieres un teléfono fijo no te queda otra opción que contratarlo con esta gente. Cosas de España.
De esto saben mucho los muchachos de la Asociación de Internautas. Ellos conocen todos sus trucos.
Lo de Fernando Alonso es increible, desde luego. Juan Pablo II si que hace milagros. El chaval se va a quedar campeón del mundo llevando en los alerones el tremendo lastre de Telefónica y sus patateras líneas ADSL. Deberían confesar la verdad porque nadie puede creerse que el piloto español se comunique con sus ingenieros a través de líneas de Telefónica. Nunca hubiera superado la primera vuelta.
Las otras compañías telefónicas que operan con móviles no son hermanitas de la caridad tampoco porque están impidiendo con sus prácticas a menudo mafiosas, que entre competencia en un mercado que lo tienen controlado y a sus anchas. En Europa, los mensajes a móviles cuestan 6 céntimos de euro. En España los pagamos a 20, según puedes leer en esta noticia que encontré en cybersur.
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