El zappero prodigioso: Frikis en frikilandia II

Dentro de la galería de frikis y especímenes curiosos que podemos encontrarnos en esos sorprendentes canales en los que aparecen desde productos milagrosos, sexo de todo tipo, santeros y adivinadores que te resuelven la vida y elementos de dudosa ralea que se arrastran por pantallas llenas de caspa, nunca terminas de asombrarte.

Entre toda ese serie de curiosidades alucinantes nos encontramos con Laura en América, un espectacular programa que consiste básicamente en una sucesión de combates de boxeo y lucha libre en los que personas de baja ralea y condición, dirimen sus diferencias siempre relacionadas con el mundo de las relaciones sentimentales a golpes e improperios de todo tipo.

Desconozco por qué una serie de individuos se arrastran por estos platós para que los humillen y los vilipendien sin límite, llegando a cotas que los mismos masoquistas considerarían excesivas.

El programa en sí es siempre el mismo: Una mujer acude al programa para acusar a otra porque le pone los cuernos con su marido. Aparece la acusada, se lían a mamporros, aparece el marido de los cuernos, siguen a mamporros y sorpresivamente aparece una cámara oculta mostrando a la primera mujer que se quejaba de que le estaban poniendo los cuernos, poniéndoselos a su vez con otra persona. Mamporros de nuevo, esta vez entre todos, ráfaga musical y siguiente caso con otras personas. Siempre es asi. Sólo cambian las caras de los personajes y alguna que otra ligerísima modificación en los planteamientos que diferencian mínimamente unos casos de otros. Mamporros, cuernos y ráfaga musical. Siempre lo mismo. Siempre igual. Todo igual.

Afortunadamente estos programa cuentan con un equipo de seguritas fuertes y bien entrenados que se encargan de que la sangre no llegue al río la mayor parte del tiempo. Vivir para ver. Lo más sorprendente es que este tipo de programas se ven.

Hay un blog que se llama "Hoy en Laura en América: Maté a mi madre y lo conté en mi blog", donde puedes leer lo que te cuento y muchos más hechos sorprendentes que ni siquiera se me pasan por la imaginación borracho. Tiene su propia web, donde puedes contarle tu caso. Si no te has comido el hígado de tu pareja, rebozado con guarnición, o monstruosidades de ese tipo, no creo que le llame mucho la atención.