Ratzinger se convirtió el otro día en el nuevo Papa Benedicto XVI, algo que no traerá nada bueno a la iglesia ni a la humanidad por su consabido fundamentalismo católica. No obstante para cualquiera con dos dedos de frente este hecho era algo previsible porque no iba a salir un representante que se saliera mucho de la doctrina católica. Además los Papas están para eso precisamente, no para otra cosa. Por lo tanto creo que han elegido bien. No estoy de acuerdo en nada ni con la iglesia católica, ni con Ratzinger ni con el fundamentalismo doctrinario que destilan, pero para ser justo, me gustaría comentar que está fuera de lugar toda esa serie de acusaciones que le están haciendo desde diversos medios a tenor de su pasado en la Alemania nazi. Cuando él era niño en aquella época era obligatorio pertenecer a las juventudes hitlerianas porque el obra de otra forma era perseguido con penas de cárcel para sus familiares. No creo que Ratzinger haya tenido ni tenga nada que ver con el fascismo. A pesar de ello seguiré sin estar de acuerdo con él, auque no le deseo nada malo, todo lo contrario, en su nuevo cargo.
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