Vaya, vaya. Todos nos las prometíamos muy felices con la Armada española en el Open de Australia, pero antes de una semana todos se fueron a la calle y cayeron eliminados. Hombres y mujeres sin distinción, eso es paridad.
Desde luego quien peor llevó la cosa fue TVE que tenía los derechos de emisión y se las prometía muy felices, pero su gozo en un pozo y se quedó sin españoles a los 6 días del comienzo del torneo. Vi algunos partidos (El ténis y el ciclismo es casi lo único que veo en la tele) y desde luego que estuvieron bien. Además estuve el año 92 en el torneo como periodista y me encantó como cada año, rememorar aquellas fechas gloriosas.
El día o la noche, según se mire del último partido de Nadal, estaba esperando que conectaran para verlo y en la otra cadena lo anunciaban a bombo y platillo a una hora, mientras que en la 2 que supuestamente lo tenía que emitir ponían documentales y películas. A mi me extrañó muchísimo e incluso pensé maliciosamente que TVE decía: "Tenemos los derechos del ténis, pero os vais a joder que no lo vamos a poner". No fue así. Los partidos anteriores se retrasaron y por eso estaban haciendo tiempo, pero no informaban sobre el retraso. En definitiva, grandes partidos que seguimos viendo. Ayer el pase a Semifinales de la Williams fue antológico. Da igual que haya o no haya españoles. Es lo de menos. El ténis es un bello deporte en el que apenas influye el árbitro. Seguiré viéndolo por supuesto.
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