La gresca que vimos ayer en el Congreso de los diputados, originada por la votación para los altos tribunales de justicia es algo a todas luces insólito. Los diputados populares en este caso tienen razón porque el proceso ha sido ilegal que ha surgido por la ausencia de algunos diputados socialistas en la primera votación. Para seguir con la ley, debería haber continuado el trámite hasta volver a votarse. Esto es algo un poco estúpido porque se hubiera llegado al mismo punto de partida y la hubieran votado igual un poco más tarde. Supongo que les habrían puesto las pilas a los diputados ausentes para que estuvieran en la votación. Pero legalmente ya ha cambiado el documento y debería haber pasado otra vez todos los trámites. Aunque sólo hubieran cambiado la fecha ya es un cambio.
Aunque no tengo ninguna estima por los fascistas del PP, en este caso les doy la razón porque la tienen realmente. De todos modos vivimos en una democracia irreal que sólo tiene de democracia la decoración externa porque rascas un poquito y debajo de esa decoración se encuentra toda la miseria de una sociedad podrida, corrupta y mediocre.
Montesquieu estableció los tres poderes, Legislativo, Ejecutivo y Judicial, pero ahora están todos tan apelmazados que no sabes cúal es cúal. Yo creo que deberían ahorrarse las leyes y hacer una sola. "Se harán las cosas en todos los casos según le salga de los huevos a la mayoria gobernante".
En la práctica es asi, de modo que se pueden ahorrar mogollón de papeles.
Otro día hablaré de la historia del itsmo de Las Palmas de Gran Canaria, unas construcciones ilegales que quiere hacer por cojones la alcaldesa del PP en la ciudad a pesar de que la UE, y los tribunales del Estado le han dicho que es ilegal.
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