La noticia apareció hace un par de semanas en la prensa local y no deja de ser un eslabón más en la interminable cadena de despropósitos y criminalidades de los inútiles y mediocres que detentan en Servicio Canario de Salud. Un ente que todavía no sé bien a qué se dedica.
La lamentable y criminal historia es la siguiente: Un niño lanzaroteño nace con deficiencias en las piernas. Su madre lo lleva al Servicio Canario de Salud y allí le dicen que no hay solución para su hijo y que tendrá que aguantarse y ser inválido toda su vida. La madre desconfió y se adentró en Internet para averiguar si había alguna alternativa para la dolencia de su hijo. La encontró en un médico alemán que practicaba operaciones con notable éxito. Como el Servicio Canario de Salud no le proporcionó otra alternativa, tuvo que realizar sorteos y rifas para costear el viaje y la operación.
El final feliz de la historia, a pesar de los criminales del Servicio Canario de Salud, va por buen camino y el niño ya comienza a dar sus primeros pasos. El niño se llama Aythami y vive en Lanzarote.
El problema no creo que esté en los médicos que bastante hacen con las migajas presupuestarias que les da el Gobierno porque para ellos la vida y la felicidad de un niño no vale nada. Ese dinero es
preferible repartirlo entre todos los estafadores, delincuentes y gentuza corrupta que machacan a todos los canarios.
El encabezado de esta historia es absolutamente real. El Gobierno de Canarias condenó a la invalidez al niño, pero su madre se buscó la vida para evitarlo, muy a pesar de ellos.
La lamentable y criminal historia es la siguiente: Un niño lanzaroteño nace con deficiencias en las piernas. Su madre lo lleva al Servicio Canario de Salud y allí le dicen que no hay solución para su hijo y que tendrá que aguantarse y ser inválido toda su vida. La madre desconfió y se adentró en Internet para averiguar si había alguna alternativa para la dolencia de su hijo. La encontró en un médico alemán que practicaba operaciones con notable éxito. Como el Servicio Canario de Salud no le proporcionó otra alternativa, tuvo que realizar sorteos y rifas para costear el viaje y la operación.
El final feliz de la historia, a pesar de los criminales del Servicio Canario de Salud, va por buen camino y el niño ya comienza a dar sus primeros pasos. El niño se llama Aythami y vive en Lanzarote.
El problema no creo que esté en los médicos que bastante hacen con las migajas presupuestarias que les da el Gobierno porque para ellos la vida y la felicidad de un niño no vale nada. Ese dinero es
preferible repartirlo entre todos los estafadores, delincuentes y gentuza corrupta que machacan a todos los canarios.
El encabezado de esta historia es absolutamente real. El Gobierno de Canarias condenó a la invalidez al niño, pero su madre se buscó la vida para evitarlo, muy a pesar de ellos.
Ahora con toda seguridad, usarán las excusas de siempre: que si tal o que si cual, pero el hecho es este mismo que cuento.
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